martes, 7 de agosto de 2012

PERDIDO X PEDIDO

La perdida del amor es como la caída del pelo: inevitable. Pero no por eso nos cortamos la cabeza, che.

Creo que los que terminan las relaciones simplemente porque:

 “se acabó el amor, boló” son miopes emocionalmente.

Seh, lo dije. No ven dos montados en un burro, en lo que a sentimientos refiere. O sea, ¿que te pensas? ¿Que con el que viene después de este (o de esta) no se te va a ir? Siempre se va el amor. Bah, el amor no: ese embobamiento romántico es el que se pasa. Se llama idilio, estúpido, y si vas a bajarte del tren cada vez que se termina te recomiendo que inicies relaciones con una de Back up, porque sino estas en el horno. El amor no se acaba, no se pierde ni se termina. Muta y derepente las cosas se vuelven más cotidianas, mas intimas, más terrenales, mas reales... y si decidís cortarla porque el Disney del que te enamoraste después de los seis meses es un simple Parque de la Costa, tenes que urgente dejar de mirar Mi novia Polly, chamaco.

En realidad, no tengo ni la más puta idea sobre porque expuse lo anterior. Ah, si: una sorete que me cabía y me dejó de garpe, me mando un mail para hacerme saber que sigue viva y no nos vamos a volver a ver porque ella la estaba pasando bien y yo le gustaba, pero como no quiere estar en una relación con nadie, decidió bilateralmente que no daba. ¿Loco,no? No, LOCA, LO-CA.

Entonces vuelvo a lo que quería decir antes de que la innecesaria aparición me contamine la bocha:

¡MUERTE A LOS QUE CANTAN BIEN EN EL KARAOKE, A LOS FACHEROS QUE TIENEN ONDA Y ENCIMA LA SABE CHUPAR. MUERTE A LOS HIJOS DE RE MIL PUTA QUE EMBARAZAN A LA MINA DEL PUEBLO CAGANDONOS LA JODA A TODOS (INCLUYENDO A ELLA). MUERTE A LAS PELOTUDAS QUE DICEN - PERDÍ MI VIRGINIDAD- COMO SI SU PUTO HIMEN FUERA LA MEDIA EXTRAVIADA EN EL SECAROPAS!

No la perdiste, infeliz. Se la regalaste al primer paciente que aguanto tres meses a fuerza de paja y dedo colado. Los celulares se pierden , las carteras, los documentos, la billetera se pierde. La virginidad, en cambio, se regala a un boludo cuyo nombre vas acordarte siempre con un cariño sobrevaluado.

Ya está, me lo saqué... que joder.
Buenas noches.

Atte,
Rodrigo Olivera

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